El nuevo ministro de Interior del gobierno del PSOE: Un juez conservador que secuestró ‘El Jueves’, condenó al 15M y criminalizó las críticas a la monarquía
Grande-Marlaska, nacido en 1962, es vocal del Consejo General del Poder Judicial, y fue juez de la Audiencia Nacional, donde, entre otras causas, procesó a Arnaldo Otegi e instruyó el caso Faisán.
Fue elegido miembro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a propuesta del Partido Popular
Al Juez se le conoce por su dilatada carrera anti-terrorista cuando ETA estaba activa, aunque en los últimos tiempos por varias sentencias en contra de libertad de expresión y la libertad de manifestación.
El teniente de alcalde de Barcelona Jaume Asens (Comuns) ha manifestado que coincidió con Grande-Marlaska como abogado, y que lo recuerda “como uno de los jueces más antigarantistas”. “Es una mala noticia para los derechos humanos que sea ministro. Todavía recuerdo su voto particular contra la absolución de activistas del 15-M en protesta en el Parlament”, ha indicado. ‘El Jueves’ también ha querido recordar que fue este juez el que secuestró su portada.
Es una mala notícia para los #DerechosHumanos q Grande-Marlaska sea Min. Interior. Fue de los jueces más anti-garantistas q conocí cuando ejercía de abogado. Aún recuerdo su voto particular contra absolución de activistas del 15-M en protesta en el Parlament.
— Jaume Asens #EnComú (@Jaumeasens) 6 de junio de 2018
El nuevo ministro del Interior, Grande-Marlaska, es el instructor de la Audiencia Nacional que en 2007 mandó a juicio a @ManelFontdevila y a @oohGuillermo por la célebre portada de los príncipes en actitud amorosa. Que se sepa.https://t.co/P0Sk7cL6Gs
— El Jueves (@eljueves) 6 de junio de 2018
También se posiciono a favor de condenar por apología del terrorismo a Arkaitz Terrón Vives en contra del criterio del resto de magistrados de la sección primera de lo Penal de la Audiencia Nacional que consideraban que sus chistes sobre Carrero Blanco “no enaltecen ni justifican porque no incitan o alientan ni instigan a la violencia terrorista, ni siquiera de forma indirecta, ni generan un peligro o riesgo de comisión de actos violentos, ni tampoco incrementan el que pudiera existir”.